Ser una empresa constructora, o incluso cualquier tipo de empresa, representa una serie de retos que al no sortearlos los efectos pueden ser negativos, y por ende, pueden repercutir en la obtención de nuevos proyectos. Aquí te compartimos un top ten de tips recopilados por expertos en inversión y mejora de negocios, para quienes amamos el sector de la construcción.
Un buen portafolio de proyectos es como el CV de un trabajador, la suma de proyectos terminados en conjunto con la calidad y los méritos que se obtuvieron en cada uno, determina las capacidades de uno como empresa constructora, siendo capaces de proyectar los logros de cada una de nuestras experiencias.
Ciertamente existen numerosas opciones que pueden dedicarse a lo que tú haces, y pocas veces hay quiénes venden tu especialidad; no obstante, nuestro capacidad de expandir las relaciones y mirar hacia los objetivos claros, pueden ser más difíciles de lo que parecen. Especialmente cuando se trabajan estrategias de marketing en la era digital. ¿Cuántas veces apostamos más por el inbound que por los likes en redes sociales? Lograr la conversión de curiosos en clientes requiere de una estrategia trabajada a detalle con lo último, que tanto la tecnología como los profesionistas que manejan tu mensaje valen la pena invertir, especialmente para destacar en un mundo donde la competencia está a un clic de distancia.
Sí, tomas cursos o das apoyo para que tus especialistas de arquitectura o ingeniería se preparen más en los temas de actualidad que la industria necesita, ¿y el resto de tu equipo?
Cuando le das a tu maestro de obra o a tu secretaria la formación adecuada para que demuestre la fidelidad y mejora que se trabaja al interior, entonces ellos lo corroboran al exterior, cuando tus clientes noten la diferencia entre una empresa profesional y una extraordinaria.
No es lo mismo hablar de commodities, que de materiales o bienes colectivos, que de bienes inmuebles.
El uso de conceptos que pueden influir de manera directa o indirecta sobre tus costos de inversión y gasto, llegan a ser la diferencia para lograr anticipar muchas situaciones que pudiesen resultar un inconveniente para nuestra obra, y expandir nuestro entendimiento del mundo desde perspectivas multidisciplinarias son la diferencia entre las empresas altamente competitivas y solamente las competentes.
A veces tomamos riesgos innecesarios en la búsqueda de retener a un cliente, y en muchas ocasiones los negociadores pueden ofrecer más de lo que pueden dar, comprometiendo a toda la empresa en un margen de error e imagen por un mal calculo.
En un mercado como lo es el sector de la construcción, los precios, costos y garantías deben ser cuidadosamente calculadas. Regresando al punto diez, es mejor calidad que cantidad.
Los ingresos son los números que todos buscamos en nuestras organizaciones, queremos que las cuentas tengan más números verdes que números rojos, pero si no sabemos ver entre la necesidad de gastar para obtener y ahorrar para invertir, entraremos en un circulo vicioso que puede golpear a nuestros frentes de obra y utilidades netas.
A veces queremos invertir en nuevas líneas de negocio porque se siente correcto, y sin embargo, salirnos de nuestra especialidad sin una preparación bien aterrizada, podría mermar el nivel de calidad que tenemos sobre lo que manejamos. Pero ojo, no significa no apostar por nuevas líneas, sino de afianzar la confianza sobre lo que ya tenemos por sobre lo que podemos alcanzar, una vez que expandimos nuestras oportunidades de negocio.
Hay situaciones que esperan nuestro control, por mucho que nos preparemos para escenarios que pudiesen afectar nuestros proyectos, se puede decir que el universo es caprichoso e impredecible, desde un colapso financiero hasta un desastre natural, todo puede cambiar de un día para otro.
Pero, la clave de cómo vamos a reaccionar, determinará mucho nuestra capacidad de adaptabilidad y resiliencia para ofrecer a nuestros clientes y colaboradores la seguridad de que podemos salir adelante, sorteando esos cambios de dirección. No hay puntos específicos que mencionar, porque cada empresa tendrá sus propios imprevistos y sus propias formas de improvisar; este último concepto, debe ser tomado desde una perspectiva competitiva y decisiones inteligentes.
Saber lo qué hacemos, cómo lo hacemos y quiénes somos como empresa. Con esto no nos referimos a la estructura organizacional, sino de no convertirnos en esclavos del éxito y la comodidad.
Nosotros en BBD International conocemos el nicho de mercado al que apostamos, el tipo de proyectos que sabemos hacer y las limitaciones existentes, por esta razón, es que nos reinventamos sobre la esencia de nuestros servicios, siempre al servicio de la innovación y la calidad de cada proyecto que diseñamos. Creer en lo que hacemos es lo que nos hace destacar en nuestro ramo.
No hay clientes iguales, solo con similares intereses. No obstante, lograr la satisfacción de aquella persona que confía en nosotros es la prioridad. Entender lo que se busca lograr, requiere de un trabajo de empatía y de hacer las cosas a modo de lo que se quiere.
A veces los requerimientos pueden no ser viables o comprensibles, pero acertar al sueño, y sobre todo el costo de esos proyectos, serán una garantía de lo que podemos alcanzar en conjunto lo que nuestros expertos y clientes esperan.
Así que toma nota, todavía hay mucho por descubrir, discutir y compartir. Todos apuntamos hacia lograr las ganancias y lograr el éxito, pero cosas muy obvias pueden ser un factor determinante entre acertar o fallar nuestros cometidos.
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Lleva tus proyectos de construcción al siguiente nivel con nuestra experiencia y soluciones.