En nuestros días la demanda de viviendas asequibles sigue aumentando, así que un punto esencial en este tema es la innovación en los métodos de construcción, para alcanzar este objetivo, mientras se conserva la comodidad, se cuida del medio ambiente y se ahorra en costos e insumos.
Entre este tipo de innovaciones, la impresión tridimensional se destaca como una de las mejores opciones, que es bastante prometedora para solucionar la crisis de vivienda a nivel global.
Gracias a la digitalización y a la robótica, la impresión 3D en la construcción está redefiniendo los límites de lo que se puede lograr en cuanto a términos de rapidez se refiere, así como de sostenibilidad y eficiencia.
La impresión 3D se está implementando en diversos proyectos a nivel mundial, a pesar de que es relativamente nueva en el sector de la construcción.
Este proceso envuelve a la construcción de viviendas capa por capa, usando una impresora que aplica distintos materiales como concreto, plástico reciclado o hasta mezclas especiales diseñadas para que sean resistentes y sostenibles.
Se refiere al uso de una impresora 3D de cemento o de otros materiales determinados para poder construir estructuras completas, tales como paredes, cimientos y partes del techo de una vivienda.
Estas impresoras de casas son capaces de minimizar los tiempos de construcción y el costo de mano de obra, lo que convierte a esta tecnología en una alternativa de interés para quienes buscan soluciones económicas y rápidas.
Al utilizar estas tecnologías o un programa para construcción de casas 3D en proyectos de viviendas, ofrecerá diversas ventajas:
El proceso de construcción con impresoras 3D tiene varias fases, cada una igual de importante:
Antes de iniciar con el proyecto de construcción de casas impresas en 3D, es esencial crear un prototipo digital. A través de un diseño de casas 3D, creado por programas especializados, se modela la vivienda para poder verificar su viabilidad y ajustarlo, según requiera el cliente o el entorno.
Cuando ya se aprobó el prototipo hay que preparar la impresora 3D y el material que se necesite. En este proceso se debe ajustar la máquina, configurar los parámetros de impresión y elegir el tipo de materiales que se utilizarán.
En esta fase la impresora de casas 3D empieza a fabricar las paredes y otras partes de la estructura. La impresora trabaja de forma continua, aplicando capa tras capa de concreto prefabricado o el material elegido.
Es un proceso rápido, comparándolo con la construcción tradicional, minimizando de forma considerable el tiempo total de la construcción 3D.
Cuando está completada la estructura principal lo que sigue son los acabados, como instalar ventanas, techos, puertas, sistemas eléctricos y de plomería. Esta fase sigue los pasos tradicionales, aunque los recursos y el tiempo invertido son mucho menores.
Los materiales que se usan en la construcción de casas 3D pequeñas o grandes, dependen del proyecto y las condiciones locales. Los siguientes son los más comunes:
Este tipo de construcciones no solo fomentan las iniciativas de viviendas sostenibles, teniendo en cuenta el cambio climático, sino que se desarrollan soluciones para las comunidades afectadas por desastres naturales o que tienen limitaciones económicas.
Como puede verse, estas estructuras están marcando un camino hacia el futuro de las viviendas sostenibles y accesibles, capaces de satisfacer las demandas de vivienda en todo el mundo.
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