Los avances tecnológicos permiten agilizar el crecimiento de las urbes y aceleran el desarrollo de nuevos sistemas que optimizan actividades de diversos sectores a nivel industrial. Cada uno de estos cambios, por muy drásticos que sean, abren nuevas oportunidades para mejorar continuamente las sociedades, por su aporte a nivel estructural en el levantamiento de edificios o bien durante la ocupación del inmueble con el Internet de las cosas.
Sin embargo, te has preguntado, ¿qué pasaría cuando esta carrera por la innovación llegue a ser tan especializada que, literalmente vivamos dentro de estructuras vivientes? Pues aún en etapas tempranas de desarrollo, ya podemos confirmar este hecho con el reciente descubrimiento de la Universidad de Colorado en Boulder (EE.UU), quienes han creado un material viviente, desarrollado a partir de arena, bacterias y una sustancia en gel que contiene cargas biológicas.
¿Cómo lo han hecho posible?
Wil Srubar, miembro del equipo de Boulder, explica que esta técnica aprovecha un proceso de biomineralización, mediante el cual, los organismos vivos pueden producir minerales y reestructurarse a sí mismos, inspirados en el concreto autocurativo, el cual puede regenerar grietas pequeñas desarrolladas en un lapso determinado.
Según sus palabras, la resistencia a la compresión y sus propiedades mecánicas, permiten obtener un material similar al mortero o al cemento utilizado en el ensamble. Y si esto no fuera suficiente, pueden crecer exponencialmente, logrando que un ladrillo se pueda dividir para crear uno nuevo, al igual que la separación celular.
"Ya usamos materiales biológicos en nuestros edificios, como la madera, pero esos materiales ya no están vivos", dijo Srubar, profesor asistente en el Departamento de Ingeniería Civil, Ambiental y Arquitectónica (CEAE).
"Estamos preguntando: ¿por qué no podemos mantenerlos vivos y hacer que la biología haga algo beneficioso también?"
¿No te parece impresionante?
Estos avances se dan gracias a la exploración de la arquitectura biomimética que permite, entre otras cosas, fusionar la naturaleza con las ciudades emergentes, evitando la contaminación del ambiente y su desgaste energético. Conoce más de este tema en el siguiente link: https://www.klarea.mx/blog/arquitectura-biomimetica
Pero como todos los cambios requieren de estudios en constante evaluación, los investigadores aún trabajan en un entorno ideal para que las bacterias sobrevivan a diferentes condiciones, ya que necesitan alimento, agua y oxígeno; Es imperativo evitar la fatiga de los componentes, al igual que con el hormigón en las construcciones actuales.
Con una mirada hacia el futuro, los materiales de construcción vivos podrán usarse para mejorar la eficiencia energética y la sostenibilidad de su producción, permitiendo que interactúen con el entorno de forma pasiva y positiva.
Sabemos que falta mucho para poder integrar la arquitectura a los ecosistemas para lograr esta simbiosis de elementos, pero si ya estás pensando en mejorar las condiciones de tu construcción, puedes iniciar con incorporar tu edificio a la certificación LEED con ayuda de Klarea, la cual puede aportar hasta 8 puntos con su sistema constructivo BBD.
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