El plástico lleva en nuestras vidas más de un siglo, y probablemente por eso se nos hace tan natural encontrarlo en todos lados. Desafortunadamente, el alto volumen de producción y la corta “vida útil” de algunos productos creados con plástico, han llenado de desechos los mares de nuestro planeta, causando el efecto contrario a lo que una vez se pensó sería algo benéfico para el medio ambiente.
A lo largo de la historia, el plástico ha demostrado ser el mejor sustituto para muchos de los productos de consumo, debido a que su proceso de degradación puede llevar hasta 1,000 años. Se tiene que tomar acción para retirar la mayor cantidad de polímeros del ambiente, ya que después de un periodo de exposición al medio ambiente, que va desde 30 hasta 90 días dependiendo de la composición y clasificación de los polímeros, la viabilidad del reciclado disminuye o desaparece.
Es por esto que implementar políticas de reciclado es de vital importancia para detener un problema global que crece día a día. Pero no todos los plásticos deben ser tratados de la misma manera. Para identificar el tratamiento de cada uno, se creó un código numérico con 7 tipos de plástico que podemos reciclar ordenados por la facilidad de reciclaje.
El más común y fácil de reciclar. Usado principalmente en botellas de bebidas, tarros de comida, fibra de ropa y de alfombras, algunos botes de champú y colutorios.
Aunque tiene mayor dureza que el PET, es fácil de reciclar. Se encuentra principalmente en botellas de detergente y de leche, envases de comida, cajas de almacenaje, juguetes, cubos, tiestos y muebles de jardín.
Muy difícil de reciclar. Tarjetas de crédito, marcos de puertas y ventanas, canalones, tuberías, revestimiento de cables, piel sintética.
El reciclado de este tipo de polímeros es factible, sus principales usos son: Papel film, bolsas de compra, plástico de burbujas, botellas flexibles y aislantes de cableado.
Reciclar el polipropileno es factible; sus usos varían desde tapones de botellas, pajitas, fiambreras, neveras portátiles, fibras de tejidos y de alfombras, lonas, hasta pañales.
Reciclar el poliestireno es una tarea difícil. Este se encuentra en vasos térmicos, hueveras, bandejas de comida, relleno para embalaje, envases de yogur, perchas y aislantes.
En esta categoría caen los plásticos que tienen un proceso muy difícil de reciclado, por ejemplo, fibras de nailon, biberones, discos compactos, envases para uso médico, piezas de coches y garrafas de fuentes de agua.
Ahora que conocemos la composición plástica de los productos o familias de productos más comunes en nuestra vida diaria, podemos decidir más informadamente sobre nuestro consumo. Ya que si bien existen alternativas para reciclar materias plásticas, también es cierto que enfrentamos dificultades para retirar el plástico del ecosistema, ya que actualmente sólo reciclamos el 18%. Toca accionar para evitar acrecentar el problema de contaminación por residuos plásticos; por ello, en Klarea® hemos retirado 170 toneladas de PET (tipo 1) del ambiente y le damos una segunda vida en proyectos de construcción con nuestras losas BBD® en los últimos 7 meses del año.
Lleva tus proyectos de construcción al siguiente nivel con nuestra experiencia y soluciones.
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