Dentro de los procesos de construcción la planificación es un paso de suma importancia, ya que aquí se detalla el paso a paso que debe realizarse, las fechas que deben cumplirse o cuándo debe haber finalizado un proceso antes de continuar al siguiente, garantizando que el proyecto no se salte pasos importantes.
En pocas palabras: la planificación y organización de los proyectos de construcción se tratan del proceso de determinar el mejor método, que sea eficiente, con buenos costos y uso de recursos, para llegar al resultado más satisfactorio.
Gracias a una correcta planificación y organización de las construcciones los pasos del proyecto terminarán a tiempo y con mínimos retrasos. Esta planificación la suele llevar el director de proyectos, mientras que el jefe de obra verifica si los subcontratistas y demás colaboradores se presentan a laborar en el momento que les toca asistir.
Existen algunos pasos que deben seguirse para que la planificación de las construcciones sea rentable y eficiente, con los mínimos percances.
En este punto se fijan los objetivos y se define el proyecto, identificando las partes interesadas y determinando los requisitos del cliente. Es importante tener un alcance definido y claro del proyecto para evitar desviaciones y garantizar que todas las expectativas se comprendan a fondo.
Se acuerdan los ajustes y lo que tiene que hacer cada quién, involucrando a todas las personas que tendrán que ver en el proyecto, desde diseñadores, equipo de mantenimiento, ejecutivos, miembros del equipo financiero y entidades gubernamentales que se encargan de regular el proyecto.
Ya identificados todos los miembros, se deben poner en mesa los objetivos y establecer las necesidades de cada etapa del proyecto.
Es importante considerar el presupuesto y la estimación de costos; esto implica estimar los costos de los materiales, la mano de obra, equipos, entre otros gastos adicionales. Siempre considera un extra para poder cubrir imprevistos que pudieran ocurrir durante la ejecución del proyecto.
Hablando de los riesgos, es importante evaluar e identificar los más importantes de estos, para desarrollar estrategias de mitigación para reducirlos. Aquí debes incluir riesgos financieros, de seguridad, de cumplimiento normativo y otros factores que pudieran afectar el progreso de la construcción.
Aquí se definen las tareas y actividades a realizar para poder completar el proyecto, que va desde la asignación de recursos hasta la creación de un cronograma detallado.
Es importante establecer una lista de elementos que les permitan alcanzar de forma cuantitativa sus objetivos, es decir, esta lista incluye detalles de cómo y cuándo se llevará a cabo cada fase para lograr la meta.
Recuerden incluir los sistemas que van a utilizar, materiales, técnicas y metas individuales de alcance, definiendo todas las variaciones posibles de trabajo, ya que son parte del proyecto.
Recuerda implementar procedimientos de control de calidad, para asegurarte de que todas las actividades dentro del proyecto cumplan con los estándares necesarios, tales como inspecciones regulares y pruebas de calidad para identificar y corregir problemas, antes de que se vuelvan en inconvenientes.
Dentro del desarrollo, es buena idea llevar una gestión de cambios, ya que es probable que se presenten cambios en el alcance o requisitos. Esta gestión ayuda a evaluar el impacto de estos cambios, implementando las modificaciones que se requieren sin que afecte al proyecto.
Ahora viene la parte del diseño; recuerda que la comunicación y la colaboración son sumamente importantes para que todos los elementos estén actualizados y que vayan por el mismo camino hacia el objetivo.
En esta fase se aseguran de que todas las tareas se hayan completado según los estándares requeridos, además de revisar toda la documentación, la realización de inspecciones finales y el obtener las aprobaciones necesarias, antes de considerar la construcción terminada.
Evalúen el proyecto revisando los factores y resultados en comparación con los objetivos iniciales, así como recopilar la retroalimentación de todas las partes interesadas.
Por último, tenemos el cierre administrativo, aquí se implica la liquidación de todos los contratos, el pago de facturas que quedaron pendientes, la liberación de recursos y el archivar toda la documentación relevante del proyecto para futuras referencias.
Hay que considerar que puede que aún haya cambios en alguna fase de construcción, lo cual multiplicará los costos; así que esto lo deja más claro que el agua: mientras mejor sea tu planificación, los costos serán menores.
Lleva tus proyectos de construcción al siguiente nivel con nuestra experiencia y soluciones.
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